viernes, 27 de julio de 2012

El aborto, los meapilas y las consignas falaces.

«La malformación del feto no será un supuesto de aborto. La discapacidad nunca puede significar en una sociedad avanzada, en una sociedad progresista, una merma de derechos y, por tanto, los discapacitados deben tener exactamente los mismos derechos que el resto de los españoles.»
Alberto Ruiz-Gallardón

Parece ser que en los últimos días, declaraciones como éstas por parte de nuestro conspicuo ministro de justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, han levantado ampollas entre comunistas, rojos y enemigos varios de la patria.
Disculpen, disculpen, no quería decir eso, es sólo que las pegadizas consignas católico-derechistas han conseguido adulterar mi visión de la realidad. ¿Quién podría llevarles la contraria a semejantes maestros del marketing?
Porque sí señores, si algo tiene esta gente es que está bien organizada y que todos van a una, ya sea para hundir a cañonazos las sucias pateras mauritanas o para devolver los derechos de la mujer a cotas del medievo, desandando un camino que nunca debió ser andado.

Pero no se engañen, estimados lectores, la culpa no es de la iglesia, ni del PP tampoco, ellos sólo se limitan a repetir sus irrisorios argumentos una y otra vez, con gran carisma y locuacidad, convenciéndonos de las maravillas de la involución.
La culpa la tienen esas sabandijas progresistas que se limitan a hablar de derechos de la mujer, de progreso y de ciencia, olvidando lo más importante, la fe la moral.


¿Cómo que no entienden porque achaco la culpa a esos rojos del demonio? Cómo siempre he dicho y repito, la vida es marketing.
A continuación un repaso a cuatro campañas escogidas al azar contrarias a la ley del aborto. Como podrán ver, cada una es mejor (y más graciosa) que la anterior.

¡Qué enternecedor! Si después de esto no les entran ganas 
de apalear madres solteras, son ustedes unos desalmados.

¡Así sí! Porque jolines, si salvamos a una especie de gatos salvajes de los cuáles todavía quedan en el mundo 150, o 200, o una burrada por el estilo... ¿Por qué no vamos a salvar a un embrión compuesto por casi 100 células defectuosas? ¿Acaso unos blastocitos malformados tienen menos derecho a vivir que un individuo animal completamente formado con varios billones de células? 
Seguro que salta algún hippie diciendo que esto es demagogia barata y que la comparación resulta falaz y casi ridícula, sí sí, pero los católicos al menos se duchan.


Claro, conciso y persuasivo.

A la vista de esta imagen, si no estás en contra del aborto es que eres un asesino de masas vaya, como Charles Manson prácticamente.
Está claro que la vida es blanco o negro, eso lo sabe un niño de primaria. Ergo si estás a favor del aborto, debes estar también a favor de coger una escopeta y liarte a tiros en una guardería, en una iglesia, en el estreno de la nueva de Batman o en la cola del INEM – aunque esto último no está del todo mal, ¡Que se jodan!–.
«¡Sí al Aborto! ¡No a la vida!» ¿Eso es lo que prefieres? ¿Eh? ¿Eh? ¡Criminal! ¡Homicida!


Ustedes los científicos, que se lían con las definiciones.

No es que los antiabortistas quieran poner palabras en boca de otros ni nada ¡eh! Pero llevan más razón que unos santos. 
«Las células no son organismos vivos.» ¿Cuántas veces hemos oído a un biólogo o a un médico decir estas palabras? Cientos, que digo cientos, miles, millones de veces (o bueno, ninguna).
Y es que, por definición, una célula se convierte en un ser inerte en el mismo momento en que atraviesa la exosfera. De esta forma, es habitual entre los insensibles científicos referirse al embrión como «Grupo de células», e incluso, «Residuo biológico asqueroso pendiente de excretar».
Por supuesto, sobra decir que todo lo que sea VIDA es sagrado e intocable, excepto matar maricas y moros, eso está guay.


Si no fuese porque es un eslogan católico, pensaría que
pertenece a un Colegio de Patafísica.

Esta es la buena, la piedra filosofal. El que haya visto a un muerto apoyar el aborto que tire la primera piedra. Lo que yo os diga, irrefutable.
De esto sacamos no una, sino infinitas conclusiones, y es que tampoco hemos visto un muerto apoyar el socialismo, ni apoyar las relaciones prematrimoniales, ni apoyar la homosexualidad, ni apoyar el coservadurismo.
¿Por qué creéis que es esto? ¿Porque están muertos? ¡Pues no! Porque son gente sabia, que ha visto a Dios, y sabe lo que se puede y no se puede hacer. Lógico.


Pues ya veis queridos lectores. Con estas campañas tan veraces es imposible no ponerse de su parte.
Y quién diga que todas estas campañas "son un cúmulo de falsos dilemas, falacias del hombre de paja y reducciones al ridículo" es que es un bohemio y un listillo, así que no hagan caso y sigan rezando por sus descarriadas almas.

Pues eso es todo, y recuerden, si su hijo va a nacer malformado y va a morirse en sus brazos a los pocos días, se aguantan, que algo habrán hecho para enfadar así a Dios.
La otra opción es irse a Inglaterra a abortar, como en tiempos del generalísimo vaya... ¡Viva España!

4 comentarios:

  1. Gallardón es un ejemplo de un malformado que ha llegado lejos....so, todo merce una oportunidad.

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  2. jajaja, me hiciste reír (la risa jovial de Nietszche)

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  3. Gracias por comentar a los tres, son ustedes el HAMOR hecho lectores.

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